Acceso

Una Smart City está mejor preparada que una ciudad normal para enfrentar una pandemia como la del COVID-19, gracias a poder contar con información en línea, que permita tomar las decisiones a tiempo que permitirá salvar vidas. La importancia de tener implementado Smart Health (un componente de Smart City) en una ciudad, ayuda mucho en el combate de una pandemia como el COVID-19, ya que se tendría organizado el proceso de tomar las pruebas y con equipos que además de ser más rápidos que los humanos en obtener los resultados, pueden entregarnos el mapa de infección en línea, con una sectorización de los casos y que permitiría además con inteligencia artificial predecir el aumento de los casos por sectores, dando una valiosa información para adelantarse al avance de la enfermedad, ya que está demostrado que las decisiones tardías en una pandemia como ésta cobra varias vidas.

CURVA DE INFECCIÓN DEL COVID-19

La curva infecciosa de una pandemia como el COVID-19, es una campana y el objetivo del aislamiento social junto a otras medidas de prevención es para que el pico de dicha curva no sobrepase la capacidad instalada de los hospitales, ya que esto podría llegar a matar a más personas que el avance de la enfermedad. Por esta razón, las medidas que se toman lo que buscan es aplanar la curva y es por eso que la ciudadanía debe actuar con responsabilidad, colaborando en las medidas que adopten las autoridades.

aplanar la curva

Cuando se está en el pico, si se superó la capacidad del sistema sanitario se habrán provocado varias muertes por falta de atención, mientras que habiendo aplanado la curva correctamente se está en un punto en que se tiene saturado el sistema de salud pero con atención oportuna, pero luego poco a poco se comienza a liberar el sistema, con mayor disponibilidad de camas en los hospitales, menos llamados de emergencia, menos casos de personas fallecidas, debido al menor número de casos que ocurren diariamente. Si se quitan las medidas en el momento que se está bajando puede haber un rebrote que genere una nueva ola con un pico más alto, que provocaría una nueva saturación del sistema de salud y más fallecimientos no solamente por COVID-19, sino por falta de atención en otro tipo de emergencias, Por esta razón, se sugiere restringir medidas cuando los casos están cercanos a cero y siempre que se cuente con un monitoreo de la curva epidemiológico lo más exacta posible. De no ser así, la mala organización podría causar varias muertes en la población.

EJEMPLO PARA ENTENDER MEJOR LA CURVA

El virus llega a un país y para que no se propague se toma una medida de aislamiento social (cuarentena), restringiendo movilidad humana y de transportación, se suspenden las labores en las empresas, excepto las que se encargan de dar atención de salud, alimenticia y seguridad, se establecen estados de excepción en horarios determinados, utilización del teletrabajo en las áreas laborales que se pueda, la telemedicina, reuniones virtuales, entre otras. El control de la transportación en la ciudad queda a criterio de sus gobernantes.

Ciudad A: El gobernante de la ciudad A decide no restringir la transportación pública porque considera que no se puede impedir la movilización de sus ciudadanos.

Ciudad B: El gobernante de la ciudad B decide restringir la transportación pública basándose en la experiencia de otros países que empezaron con el virus mucho antes y se dieron cuenta que la principal propagación fue por la transportación pública.

curvas covid 19

FEB: Arranca la pandemia en ambas ciudades.

MAR: La ciudad A aumenta sus casos en mayor medida que en la ciudad B.

ABR: La ciudad A alcanza el pico de la infección y la ciudad B sigue en ascenso.

MAY: Las curvas de ambas ciudades se cruzan, mientras la ciudad A va en descenso, la ciudad B continúa en ascenso.

JUN: La ciudad A goza de una tranquilidad al descongestionarse su sistema hospitalario producto de la inmunización que va adquiriendo la población que circuló mayoritariamente en el período de cuarentena y siguen bajando sus casos, mientras que la ciudad B alcanza su pico.

JUL: La ciudad A sigue en descenso, descongestionando casi totalmente su sistema hospitalario y la ciudad B también va en descenso y recién empieza a descongestionar su sistema sanitario.

La ciudad A luego del mes de mayo empieza a descongestionar los sistemas de salud, debido a que la gran cantidad de gente indisciplinada que no hacía caso a las recomendaciones y salía masivamente, jugaba en la calle, no usaban protección, salía sin precaución por necesidad de obtener dinero para la compra de alimentos, etc., se infectó y se inmunizo, lo cual hizo que la propagación del virus que en el mes de febrero era bien alta, porque no había infectados, en mayo bajó su capacidad de propagación al encontrar el virus más obstáculos en su propagación (los inmunes), además de las medidas de bioseguridad como el uso de mascarillas, que hacen que la probabilidad de contagio ya no sea la misma que en el mes de febrero y los casos bajen.

La ciudad B, en cambio en el mes de mayo empieza a saturar su sistema sanitario y debe esperar hasta junio para descongestionarlo debido a que ralentizo la curva de infección del COVID-19, esto hace que obtenga menos muertos que en la ciudad A. Comparando ambas curvas, ambas no alcanzan el pico al mismo tiempo y en la ciudad A se obtiene un desarrollo más rápido de la enfermedad principalmente por mantener la transportación pública que provocó más muertes, mientras que la ciudad B ralentizó la propagación de la enfermedad y obtuvo menor cantidad de muertos.

En este ejemplo vemos que las curvas de infección son diferentes en cada región y depende de las medidas y el comportamiento de la población, así que lo que muchos “expertos” decían “quedó demostrado que en tal ciudad el pico de la enfermedad se alcanzó en los 70 días”, no es válido para todas las ciudades y es por ello que lo importante es trabajar con los datos que se obtienen en la ciudad que se quiere controlar la enfermedad y se necesita que sean lo más confiables posibles para tomar las mejores decisiones para beneficio de la población.

Las curvas de infección del COVID-19, mostradas en el ejemplo, corresponden a la población que se movilizó en su mayoría durante el aislamiento social o cuarentena, que no es el 100% de la población, supongamos que la población movilizada en su mayoría fue el 30%, eso significa que si el 70% de la población restante saliera sin precauciones a lugares masivos ante un virus de rápida propagación como el SARS-CoV-2, produciría un rebrote con un pico más alto que el anterior y mayor número de muertes (ver gráfica de curvas considerando la salida del 30% y luego del 70% restante sin medidas de precaución). Por esta razón, se requiere que ese 70% restante salga con precaución y medidas de seguridad. Así no se conseguiría un rebrote que sature el sistema sanitario por más tiempo y provoque más muertes que en el primer pico. Con la reintegración de otro porcentaje a sus actividades se permitirá reactivar la economía reduciendo los riesgos de tal manera que no se cause mayor pérdida de vidas. Al salir poco a poco las personas no infectadas que hicieron correctamente la cuarentena, con precaución no significa que no habrá casos, sino que esos casos provocarían pequeñas olas que no saturarían el sistema sanitario y permitiría una mejor atención a los nuevos infectados. Además, hay que tomar en cuenta que la probabilidad de contagio es menor luego de haber alcanzado el pico de las personas que se movilizaron con mayor frecuencia en la época de cuarentena (30% para nuestro ejemplo).

curva covi9d 19 rebrote

 

¿Qué pasaría si se reducen las medidas bajando recién del pico, en un punto cercano a la saturación del sistema hospitalario?

Como lo comentamos en el párrafo anterior, si se liberan medidas cuando se está con el sistema sanitario liberado a un nivel normal, se puede provocar pequeñas olas que no afectarían tanto como para llegar a un colapso del sistema sanitario (curva roja), al salir de forma organizada, con precaución y disciplina; pero si una autoridad que no interpreta bien la curva infecciosa del COVID-19, sostiene que “se ha llegado al ansiado pico” pensando de forma errónea que esa era la meta y no toma en cuenta que debe liberar medidas por lo menos cuando el sistema sanitario este liberado a un nivel normal, provocaría unas olas que mantendrían no solamente saturado el sistema sanitario, sino que provocaría muertes por falta de atención hasta que se llegue a un nivel de inmunidad que haga que forzosamente baje la curva por la inmunidad adquirida en la población (curva verde).

curvas covid 19 con rebrotes

Es importante, que luego de llegado al pico de la gente que se movilizó en la época de cuarentena, se tenga en cuenta que si se desea reactivar la economía, se lo debe hacer con precaución y no acelerar el proceso, porque el éxito para obtener menos muertes por la pandemia del COVID-19, es trabajar organizadamente, con disciplina y decisiones oportunas, para reducir la probabilidad de contagio y ralentizar la curva de infección del COVID-19. También hay que tomar en cuenta que la inmunidad es por un tiempo y es importante tomar en cuenta aquello para las futuras decisiones.

Las ciudades inteligentes (Smart Cities), cuentan con la ventaja de poder utilizar la tecnología para obtener la información a tiempo y tomar decisiones oportunas que salvan vidas. Además, cuentan con la inteligencia artificial que les permite hacer proyecciones que les ayudan a las autoridades simular escenarios y evitar muertes por malas decisiones. Conocer el mapa de infección de la enfermedad, la forma de transmisión, descubrir sobre la marcha el tratamiento más adecuado en función de un análisis de los tratamientos experimentales adoptados, hace que sea más óptimo el control de la enfermedad en una Smart City.

¿Cómo enfrentar el COVID-19?

Como se dice en el libro “Smart City y el COVID-19”:

“La mejor forma de combatir una pandemia como el COVID-19 es: La organización para minimizar la probabilidad de contagio y contar con la información a tiempo”.

Es el resumen de lo que se necesita, en el combate de una pandemia como la provocada por el COVID-19 es muy importante la organización de la población para con una buena estrategia reducir la probabilidad de contagio, pero si no contamos con información a tiempo no se podrían tomar las mejores decisiones para combatirla. Cada que utilizamos mascarillas, protectores faciales, nos lavamos las manos frecuentemente, desinfectamos adecuadamente las cosas, mantenemos la distancia sugerida entre personas, entre otras medidas, lo que estamos haciendo es reducir la probabilidad de contagio para evitar que el virus llegue a nuestra casa. De la misma manera, es vital minimizar la probabilidad de contagio entre la población y para ello se requiere de organización y disciplina. Te invitamos a leer el libro “Smart City y el COVID-19”, para conocer más sobre este interesante tema y más detalles sobre la importancia de una Smart City para controlar esta pandemia que paralizó al mundo y destruyó la economía de varios países.

portada scyc19

 

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Vídeo sobre el libro Smart City y el COVID-19:

 


 

 

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