El suelo es la masa sólida y compacta de nuestro planeta, que ha permitido el crecimiento de la civilización humana, en ella se asientan las casas donde habitan las personas y ha permitido al hombre cultivarla y obtener gran parte de los alimentos que consumimos.
El suelo está formado por productos rocosos, restos orgánicos, agua, restos minerales y aire, se forma por el desgaste y la desintegración lenta y continua de las rocas que se debe a la lluvia, las grandes oscilaciones térmicas, el viento y la humedad.
En el suelo se pueden diferenciar dos partes:
El suelo agrícola se enriquece de restos vegetales y animales que constituyen el humus, aquí varias bacterias, lombrices e insectos contribuyen a la descomposición de los restos y la aireación del suelo.
Tipos de suelos agrícolas:
Según las partículas que forman un suelo, se los clasifica de la siguiente manera:
Para un suelo agrícola, las proporciones ideales para que sea productivo son las siguientes:
La agricultura es el conjunto de técnicas y conocimientos para cultivar la tierra, las actividades relacionadas con ella son las que integran el llamado sector agrícola y la ciencia que estudia la práctica de la agricultura es la agronomía.
Técnicas agrícolas:
Son variadas, pero las más comunes son:
Limpieza del terreno para eliminar la maleza que cubre el terreno que se va a cultivar, no es recomendable quemar la maleza porque termina con la vida de los microorganismos que habitan en el suelo, lo recomendable es hacerlo de forma natural con el uso de machetes y otras herramientas.
Labranza del suelo que se realiza luego de la limpieza del terreno, en esta etapa se remueve la tierra para mezclar todos los nutrientes, permitir la entrada de aire y aflojar la tierra. Cuando el terreno es pequeño se puede usar el azadón para esta labor, cuando el terreno es más extenso se utiliza el arado que puede ser llevado por maquinaria o animales.
Preparación del suelo mediante abono que puede ser orgánico como el estiércol de los animales o de restos vegetales enterrados para que se descompongan en el suelo, el compost que es una mezcla de ambos o el humus de lombriz. Luego se realizan surcos para sembrar.
La siembra que es la colocación de las semillas en los surcos en el suelo, cuando no se realizan surcos la siembra se la realiza al boleo, esparciendo semillas en toda la superficie del terreno anteriormente preparado.
Cuidado del sembrado, en esta etapa se debe realizar riego en aquellos cultivos que no pueden sobrevivir solamente con el agua de lluvia, se realizan actividades de limpieza para evitar la aparición de maleza entre los cultivos y la fumigación para eliminar las plagas.
Cosecha, es la etapa final en donde se realiza la recolección de los productos, hay productos de ciclo corto o largo, productos como el café, cacao, naranjas, entre otros son de ciclo largo.
Prácticas agrícolas:
En nuestro país existen dos tipos de prácticas agrícolas:
Monocultivo: Consiste en el cultivo de un solo producto en una gran extensión de terreno, tal es el caso de productos como el café, cacao, arroz, banano, palma africana, entre otros.
Cultivos asociados: Consiste en cultivar varios tipos de productos en una misma área de suelo agrícola. En la sierra es común encontrar en las chacras o parcelas, varios productos como fréjol, maíz, papas, habas, alverjas, plantas medicinales, entre otros.
Los monocultivos son atacados más fácilmente por las plagas, mientras que los cultivos asociados, por su forma de cultivo no permite que las plagas los invadan, ya que muchas plantas se cosechan antes que otras, y los restos vegetales se utilizan como abono.
Fuente:
Revista Varitek Universal, Año 3 – Número 11, 15 de noviembre de 2010.
Un terremoto también llamado sismo (temblor) o movimiento telúrico, es una sacudida del terreno que se produce principalmente debido al choque de las placas tectónicas y a la liberación de energía en el curso de una reorganización brusca de materiales de la corteza terrestre al superar el estado de equilibrio mecánico. Para medir su intensidad se utiliza la denominada escala sismológica de Richter, en honor del sismólogo estadounidense Charles Richter (1900-1985).
Los terremotos son originados principalmente por actividades tectónicas y volcánicas, los de origen tectónico están íntimamente asociados con la formación de fallas geológicas, que se deben a la forma irregular del terreno que presenta fracturas con levantamientos y hundimientos. Una placa tectónica o placa litosférica es un fragmento de litosfera que se mueve como un bloque rígido sin presentar deformación interna sobre la astenósfera de la Tierra (capa plástica del manto terrestre superior, situada bajo la litosfera). El punto interior de la Tierra donde se produce el sismo se denomina foco sísmico o hipocentro, y el punto de la superficie que se halla directamente en la vertical del hipocentro y que, por tanto, es el primer afectado por la sacudida recibe el nombre de epicentro.
Las principales placas tectónicas en el mundo son la Placa Sudamericana, Placa Norteamericana, Placa Euroasiática, Placa Indoaustraliana, Placa Africana, Placa Antártica y Placa Pacífica. Las placas secundarias son: Placa de Cocos, Placa de Nazca, Placa Filipina, Placa Arábiga, Placa Escocesa, Placa Juan de Fuca y Placa del Caribe. Además de éstas hay otras placas y microplacas. El tipo de falla que ocurre entre las placas de Nazca y Sudamericana, llamada de subducción hace que las probabilidades de terremotos en el Océano Pacífico sea más probable. Se distinguen dos tipos de placas: Placas oceánicas (cubiertas íntegramente por corteza oceánica) y placas mixtas (cubiertas en parte por corteza continental y en parte por corteza oceánica).
Cuando los terremotos ocurren en el fondo del mar se pueden producir maremotos que son una serie de olas gigantescas que en Japón se los denominó tsunamis, término que fue adoptado en un congreso de 1963. Su traducción literal es: “grandes olas en los puertos”, proviene del japonés TSU: puerto o bahía y NAMI: ola. Además de terremotos, también pueden ser provocados por volcanes, meteoritos, derrumbes costeros o subterráneos e incluso explosiones de gran magnitud.
No se puede conocer tan fácilmente la altura de las olas que tendrá un tsunami, pero si se puede hacer predicciones en base a datos de lugares por donde ya ha pasado, cuando la distancia de arribo del tsunami es grande, también se puede calcular el epicentro de un gran terremoto subacuático y el tiempo que puede tardar en llegar un maremoto, tal es el caso del que llegó desde Japón a Ecuador el 11 de marzo de este año, donde se calculó que luego del terremoto en Japón a las 01h30, se determinó que las olas llegarían a Galápagos a las 17h30 (llegaron a las 19h00), calculo que se realizó en base al lugar del epicentro y la velocidad a la que se desplazaba. Pero, también hay que tomar en cuenta que la irregularidad del terreno también influye, ya que en algunos casos puede producir un aumento en el tamaño de la ola, en la gráfica se muestran dos posibles escenarios.
La energía de un tsunami depende de su altura (amplitud de la onda) y de su velocidad. La energía total descargada sobre una zona costera también dependerá de la cantidad de picos que lleve el tren de ondas. Cuando el tsunami viaja grandes distancias, es probable que disminuya la altura de sus olas, pero que mantenga su velocidad.
Hay otras escalas para medir sismos:
El 11 de marzo de este año, un terremoto de magnitud 8,9 frente a la costa nordeste de Japón desencadenó un maremoto por el Pacífico. El tsunami de 10 metros de altura arrasó las costas de Sendai, noreste de Japón y generó alerta de tsunami en al menos 20 países, entre los cuales se encontraba el Ecuador. La agencia de noticias Kyodo informó que un tsunami de 4 m de altura había golpeado la Prefectura de Iwate en el Japón. Se observó un tsunami de 10 metros de altura en el aeropuerto de Sendai, en la Prefectura de Miyagi. El epicentro del terremoto en Japón se localizó a 373 kilómetros de distancia de Tokio, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
A continuación conoceremos los diez terremotos más fuertes desde 1900:
El terremoto más devastador del siglo XX tuvo una intensidad de 7.8 grados en la escala Richter dejó un saldo de al menos 255 mil muertos, se registró en la ciudad de Tangshan en 1976.
El tsunami más grande de la historia ocurrió en la Bahía Lituya el 9 de julio de 1958, al noreste del golfo de Alaska. Un fuerte sismo, de 8.3 grados en la escala de Richter, hizo que se derrumbara prácticamente una montaña entera desde los 1.100 metros, provocando una pared de agua que se elevó sobre los 500 metros, convirtiéndose en la ola más grande de la que se tenga registro, llegando a calificarse el suceso de “megatsunami”. Otro gran tsunami registrado en la historia ocurrió en Japón el 15 de junio de 1896, donde una oleada de más de 23 metros de altura alcanza a una multitud reunida para celebrar un festival religioso, matando a más de 26.000 personas.
Los estudios científicos han determinado que las islas de origen volcánico son muy inestables y son las principales causantes de los “megatsunamis”. No se sabe cuando podría ocurrir otro, pero a raíz de la erupción del volcán de San Juan, en Cumbre Vieja se ha determinado que la Isla de la Palma en las Islas Canarias es propensa a provocar un megatsunami, debido a una falla que podría hacer que la isla se parta a la mitad, hundiéndose en el océano una de las mitades generando un tsunami de más de 600 metros que viajaría hacia los Estados Unidos y sería realmente devastador, arrasaría con ciudades como Los Ángeles, Nueva York y California entre otros muchos estados de importancia, sumergiéndolos bajo las aguas. Sin embargo, La Sociedad Tsunami ha minimizado este hecho, en enero de 2003, considerando poco probable que en caso de una nueva erupción, parte del volcán Cumbre Vieja caiga al océano.
Fuente:
Revista Varitek Universal, Año 4 – Número 3, 15 de marzo del 2011.
La paleontología es la ciencia que estudia los fósiles y los paleontólogos son los científicos que se encargan de estudiarlos. Por medio de la impresión en las rocas, de las pisadas o de los huesos de un animal, pueden conocer no solamente los animales que se extinguieron sino también sus características como la forma de trasladarse, alimentarse, etc.
La historia de nuestro planeta y de los seres vivientes que la habitaron está registrada en las rocas sedimentarias, de las cuales la mayoría se formaron de capas depositadas bajo las aguas, las nuevas capas se fueron sedimentando sobre las anteriores, constituyendose así las capas más profundas en el registro de la historia más antigua de la corteza terrestre. Los restos que originaron las rocas sedimentarias no están compuestos solamente por sustancias minerales, sino que también se encuentran mezclados con restos de plantas y animales, como hojas, huevos, huesos, etc., que con el paso del tiempo quedan petrificados y reciben el nombre de fósiles.
Existen dos tipos de fósiles: los directos (huesos, dientes, conchas, cuernos, es decir todo lo que formaba parte del animal) y los indirectos (huellas, cáscaras de huevos, marcas de dientes, etc., son fósiles relacionados con un ser vivo).
En estos momentos estamos viviendo la actividad volcánica del Tungurahua, el 28 de mayo esta ceniza llegó incluso a la ciudad de Guayaquil.
En el interior de la Tierra, se encuentran rocas fundidas, junto con cenizas, gases y vapor de agua que forman parte del magma, cuando se abre una grieta o fisura, el magma asciende a ella hasta la superficie, formando el origen de los volcanes.
Partes de un volcán:
La explosión en un volcán se produce porque el cráter al encontrarse obstruido por el material volcánico solidificado de anteriores erupciones, explota por la presión interior del magma tratando de abrirse paso. A mayor presión, más destructiva es la erupción.
En una erupción se produce un hongo, formado por material fino (ceniza volcánica) y vapor de agua, alcanzando alturas de varios kilómetros, pudiendo ser 25 Km (como la que ocurrió en el Tungurahua en 1918) y 12 Km (como la que ocurrió en la erupción de este año en el Tungurahua).
La nube de cenizas llamada tefra, es arrastrada por el viento que al disgregarse cae sobre poblaciones cercanas dañando los cultivos, asentándose en los suelos con algunos centímetros de grosor. Una nube de cenizas del volcán Tungurahua llegó cerca de las 09h00 a Guayaquil el 28 de mayo, nublando el día y cayendo por varias horas en la ciudad.
El flujo piroclástico corresponde a nube de cenizas o fragmentos de lava que circulan a través del aire y del vapor. En la expulsión de cenizas también va el lapilli que es gravilla arrojada por el volcán. Estos fluidos son por lo general muy calientes y se mueven rápidamente, extendiéndose a grandes distancias, devastando todo lo que encuentran a su paso. La lava está formada por rocas fundidas a más de 1000 ºC, de temperatura. El tipo de lava puede ser pahoehoe, lava con apariencia lisa o de cordel, bomba de lava semihundida, su fluidez y composición química depende sobre todo la proporción de sílice y temperatura. Con el paso de la lava se forman los lahares, que es el material resultante de la combinación de lava, barro, agua y rocas que descienden por las laderas del volcán, sepultando todo a su paso.
La explosión de los volcanes genera el lanzamiento de algunas porciones de lava lanzadas a gran altura que se enfrían en el aire y caen solidificadas al suelo, dando origen a las bombas volcánicas y panes volcánicos. Esto se pudo observar en el Tungurahua hace pocos días. También los volcanes durante las explosiones arrojan porciones de paredes de la chimenea o de lava solidificada en otras erupciones que taponan el cráter.
Cuando cesan las erupciones en un volcán, éste queda en calma y reduce su actividad a emisión de gases o vapores a unos 500 ºC, llamados fumarolas, también alrededor de ellos se puede formar un geiser que es un surtidor de agua hirviendo y vapor de agua. En ese momento pasa a ser un volcán durmiente y en cualquier momento pueden transformarse en activo. Cuando un volcán ha pasado inactivo por miles de años se llaman apagados o extinguidos.
Las aguas termales provienen de aguas filtradas que pasan cerca de zonas magmáticas, en algunas ocasiones llevan disueltas ciertas sustancias, originando las aguas minerales.
Los volcanes también producen emanaciones de gases sulfurosos a unos 200 ºC, llamados solfataras, cuando son frías y de dióxido de carbono se llaman mofetas.
A continuación conoceremos algunos volcanes en el Ecuador:
VOLCÁN ALTAR
VOLCÁN CARIHUAIRAZO
VOLCÁN CERRO DE CALLO
VOLCÁN CHIMBORAZO
VOLCÁN COTOPAXI
VOLCÁN CUICOCHA
VOLCÁN CUSÍN
VOLCÁN ILINIZA
VOLCÁN MOJANDA
VOLCÁN PANGALADERA
VOLCÁN PUNALICA
VOLCÁN QUILINDAÑA
VOLCÁN RUCU PICHINCHA
VOLCÁN SANGAY
VOLCÁN SUMACO
VOLCÁN ANTISANA
VOLCÁN CASITAGUA
VOLCÁN CERRO NEGRO DE MAYASQUER
VOLCÁN CORAZÓN
VOLCÁN COTURCO
VOLCÁN CUNRRU
VOLCÁN GUAGUA PICHINCHA
VOLCÁN IMBABURA
VOLCÁN NINAHUILCA
VOLCÁN PASOCHOA
VOLCÁN PUNTAS
VOLCÁN QUILOTOA
VOLCÁN RUMIÑAHUI
VOLCÁN SANTA CRUZ
VOLCÁN TUNGURAHUA
VOLCÁN ATACAZO
VOLCÁN CAYAMBE
VOLCÁN CHILES
VOLCÁN COTACACHI
VOLCÁN CUBILCHE
VOLCÁN CUSHNIRUMI
VOLCÁN ILALÓ
VOLCÁN LLIMPI
VOLCÁN PAMBAMARCA
VOLCÁN PULULAHUA
VOLCÁN PUTZALAGUA
VOLCÁN REVENTADOR
VOLCÁN SAGOATOA
VOLCÁN SINCHOLAGUA
Fuente:
Revista Varitek Universal, Año 3 – Número 6, 15 de junio de 2010.